Las políticas neoliberales desarrolladas desde mediados de la década de los años ’70, y profundizadas en los años ’90, tuvieron entre sus resultados el desmantelamiento de gran parte de la industria nacional, y con ello, el quiebre de un importante número de empresas, particularmente pequeñas y medianas (PYMES). Esta fue una de las razones que provocaron el incremento del desempleo, la precarización de las condiciones de trabajo, el deterioro de los ingresos de la clase trabajadora y, por ende, el deterioro de la vida de parte importante de la población.
Estas medidas adoptadas contribuyeron al desarrollo de la crisis en el año 2001, una de las peores en la historia Argentina.
En un marco de profunda crisis económica, social y política, una de las estrategias que llevan adelante los trabajadores desocupados, es la organización asociativa para recuperar su fuente de trabajo y, de esta manera, generar ingresos para la subsistencia de la familia.
En este contexto surgen las empresas recuperadas por sus trabajadores (ERT). Actualmente existen alrededor de 2053 ERT (casos confirmados) distri-buidas principa l mente en el Gran Buenos A i res (37,1%), Ciudad de Buenos Aires (19%), y el 43, 9% se ubica en el resto de la provincia de Buenos Aires y demás provincias del país. Estas ERT ocupan aproximadamente a 9.400 trabajadores y en cuanto a las actividades que realizan el sector más representativo son las metalúrgicas, siguen las alimentarias y en menores proporciones textiles, gráficas y otros rubros industriales y de servicios.
Un punto que queremos mencionar es que las ERT en su mayoría han adoptado como forma jurídico – legal la de cooperativa de trabajo. Este aspecto se debe a que con la reforma de la Ley de concursos y quiebras producida en el año 2002, se introdujo la posibilidad de que frente a un pedido formal de un determinado número de trabajadores agrupados bajo la figura legal de cooperativas de trabajo puedan continuar con la explotación de la empresa quebrada. Esta fue la primera modificación de la Ley 24.522 original, que avanzó hacia el reconocimiento del grupo de trabajo que continúa con la explotación de la ERT; sin embargo, esta modificación no significó una medida rupturista y de avance significativo para la situación de los trabajadores.
Dada la sostenibilidad y crecimiento de las ERT, en el año 2010 se reaviva el debate en torno a la necesidad de la modificación de la Ley 24.522. Así, luego de un largo proceso de intercambio, debates y tensiones, en el mes de abril de 2011, se logra la media sanción en Cámara de Diputados de un proyecto de ley que es el producto de la mixtura de dos propuestas, una presentada por el Poder Ejecutivo Nacional que centra su atención en la quiebra y otro presentado por la Diputada Victoria Donda que se enfoca principalmente en el concurso y el control que los trabajadores pueden tener en este procedimiento. Y el 30 de junio de 2011, se sancionó la nueva modificación de la Ley de Concursos y Quiebras. El presente artículo tiene como objetivo analizar la ley de quiebras en clave de las empresas recuperadas por sus trabajadores. Para ello, el artículo se divide en cuatro partes, la primera aborda breve-mente las modificaciones sufridas a la ley dictada en el año 1995, aun vigente y que cambiara totalmente el sentido de la ley anterior incorporando nuevos procedimientos antes no previstos. La segunda parte analiza con mayor profundidad las dos reformas que han tenido impacto en las ERT así como en los trabajadores. La tercera parte del documento refiere a los principales cambios que introduce la reciente reforma. Por último se desarrollarán algunas reflexiones sobre los desafíos que aun restan en la materia.